Hoy cuelgo mi página en la web. Soy Carmen Pachas Piélago, contadora de cuentas y de cuentos, Presidente de la Asociación Cultural Yachaypucllaypacha.
Pero, … ¿cómo empezó todo?
Era diciembre del año 2004. Yo era Presidente del Comité de Responsabilidad Social de la Organización Internacional de Mujeres en Negocios (CRS OWIT Perú) La encargada del Museo de Sitio Arturo Jiménez Borja – Puruchuco me llama y me indica que desea implantar una biblioteca en dicho museo para que los pobladores de los alrededores tuvieran acceso.
Decidí contactarme con las mamis del AH Túpac Amaru para hacerles la propuesta.
Fuimos con mi amiga Carina Moreno Baca, gestora y periodista cultural y Julio César Araujo Colquehuanca, ingeniero civil, gestor y evaluador de proyectos a reunirnos con las mamis del AH Túpac Amaru, que está detrás del cerro de Puruchuco y nos dimos con la sorpresa que dicho Asentamiento Humano ya contaba con dos bibliotecas, una comunitaria y otra en el Colegio 1263 –Puruchuco.
“Lo que queremos es que nos cuenten historias” nos dijeron las mamis. Al terminar la reunión ¡…no sabíamos qué hacer! No sabíamos contar historias.
Al día siguiente, estaba leyendo en el jardín de mi casa cuando mi esposo me dijo. “Mira amor, aquí en el periódico hay un reportaje de una chica que cuenta cuentos y también está su e-mail. ¿Por qué no le escribes?” Corriendito me fui a prender la PC y a escribirle a esta persona que ni siquiera me conocía.
Cuál no sería mi sorpresa cuando ella me contestó. Era la cuentacuentera de ”Os tapetes contadores de historias” y me dijo que vivía en Brasil, pero que vendría a Lima pronto y que me podía ayudar.
Rosana Reátegui (3ra de la izquierda)
¡Yo estaba feliz! Al poco tiempo conocí a Rosana Reátgui y me enseñó todo lo que ella sabía sobre los cuentacuentos. Ahí descubrí que “leerle” un cuento a alguien no era igual que “contarle” un cuento.
En marzo, en compañía de algunas amigas mías y madres, padres y niños del AH Túpac Amaru organizamos el primer piloto de cuentacuentos. Lo hicimos en la Huaquita del Museo de Sitio Túpac Amaru. Fue toda una experiencia. El sol brillaba y nos dio su energía. Al terminar, estábamos muy contentas y llenas de polvo. No sabíamos que el adobe podía ser tan polvoriento.
En la foto (de izquierda a derecha) Natty Jiménez (CRS OWIT Perú), Flor Galarreta, Cecilia Medina (Talentus), mami y papi de la comunidad, Carina Moreno, papi y mami de la comunidad, Patty Pachas Piélago (mi hermana y actual Vice-Presidente de la Asociación Cultural Yachaypucllaypacha). Adelante hijo de Natty y niños de la comunidad. Sentada en el banquito, Carmen Pachas Piélago (yo).
Luego de esta experiencia decidimos hacer el 1er cuentacuentos el 30 de abril del 2005 en el que participaron socias y amigas del CRS OWIT Perú. Fue todo un éxito. Asistieron alrededor de 30 niños y 3 dirigentes del AH Túpac Amaru. Contamos un cuento extranjero y uno peruano. Luego hicimos que los niños dibujen la escena que más les había gustado de los cuentos, les dimos refresco y luego que Mónica Belling de la revista Proactivo tomara muchas fotos, nos quedamos con ganas de hacer más cuentacuentos.
El primer año en los jardines del Museo de Sitio AJB – Puruchuco, fue un año de exploración. Contamos con ayuda de muchos amigos: las voluntarias y amigas del CRS OWIT Perú, Organización Internacional Nueva Acrópolis, Títeres de Rinconcito Infantil, Cuentacuenteras como Rosana Reátegui, Lorena Best y Gloria Quispe, el soporte creativo de Cecilia Medina Meléndez, Coordinadora del Proyecto Talentus y el apoyo técnico, educativo y arqueológico de Consuelo González Madueño, educadora y arqueóloga, coordinadora de la Red de Arqueólogos Humanistas, Hilda de Pachas, mi mami, quien me sigue acompañando en la actualidad y es la Secretaria de la Asociación Cultural Yachaypucllaypacha. Al terminar el cuento, la obra de teatro o los títeres, hacíamos un taller en el que los niños participaban elaborando objetos a partir de elementos reciclables o reusables.
Luego de varios cuentacuentos y de contar cuentos ajenos, me atreví a crear mi propio cuento. Me inspiré en unos huacos que descubrí en el depósito del Museo Larco, Pueblo Libre, y lo estrené en la Narratón de Barranco,un fin de semana de noviembre de 2005 dentro del Festival Déjame que te Cuente. Una semana después contaba el cuento en los jardines del Museo de Sitio AJB – Puruchuco. Había nacido el cuento AIA PAEC y lo Hombres Pallar.
Fue muy emocionante. Yo había llevado arena y conchitas para la ambientación de mi cuento y no podía creer que mucho de esos niños, que vivían detrás de la Huaca Puruchuco, no conocían el mar. ¡Nunca habían ido a la playa! Los niños se me acercaron tanto que me rodearon por todos los flancos.
¡Cuál no sería su sorpresa cuando al final del cuento les enseñé las fotos ampliadas que había tomado de los huacos Moche, del depósito del Museo Larco. ¡Era verdad! Los huacos en forma de Hombres Pallar existían!
Luego de este cuento empecé a investigar sobre la vida Prehispánica en Puruchuco y vinieron muchos más. Algunos los conté en los jardines del Museo AJB – Puruchuco. Luego del cuento hacíamos un taller para que los niños reforzaran el tema que se les había transmitido en forma de cuento y luego entrábamos al Museo, sólo a la sala donde estaba el objeto que había inspirado el cuento y los niños se maravillaban al ver que en la sala del museo había un objeto igual al que ellos tenían en sus manos. Una niña, mirando el quipu de la sala y el quipu que ella había elaborado, dijo: “Ellos se “copiaron”, no?”
En el año 2007 nos trasladamos al NIDO IEI 096 Emilia Barcia Boniffatti, Primer Nido Ecológico y Productivo del Perú, cuya Directora de ese entonces, Gloria de los Ríos (actual Directora de la UGEL 7), nos explicó que el nido estaba rodeado de 4 huacas cercanas, Huaca San Marcos, las del Parque de las Leyendas, las de la PUCP y el Complejo Arqueológico Mateo Salado (abierto al Público desde el viernes 28 de febrero de 2014). La Directora deseaba que los niños conocieran la importancia de su patrimonio arqueológico. Es así que me puse a investigar sobre la Cultura Lima, Maranga, los Ichsma. Recorrí museos, fui a cursos, conferencias y talleres. Poco a poco fui conociendo cómo vivían los antiguos peruanos en esa zona de San Miguel, muy cerca de la cual yo había vivido en mis años de adolescente.
Pero no sólo contábamos los cuentos en el nido. A veces llevábamos a los niños al Complejo Arqueológico Mateo Salado, donde se había construido una huaquita para los niños y ahí extendía yo mis llicllas (mantas andinas), colocaba los instrumentos musicales, alimentos y animalitos, todos de origen andino y el cuento se iniciaba.
El 21 de abril de 2010 creo mi propia asociación cultural con mi hermana Patty como Vicepresidente y mi mami Hilda (quien me acompaña a todos mis cuentos), como Secretaria. Desde ahí continúo creando y contando un cuento cada mes. Me siguen acompañando mes a mes mis queridas voluntarias: Deicy Zegarra, Nancy Sáenz y su mami Gladys, Natty Jiménez, Martha Milla, entre otras queridas amigas. Me acompañan y revisan mis cuentos Consuelo Gonzáles Madueño (Coordinadora de la Red de Arqueólogos Humanistas), la Dra. Inés del Águila (Directora del Museo Josefina Ramos de Cox), y otros especialistas de acuerdo con el tema motivo del cuento.
También cuento mis cuentos en parques, ferias, otros sitios arqueológicos, centros culturales como el C.C. del Peruano Japonés y la Organización Internacional Nueva Acrópolis.
Luego de varios años de investigación (desde el 2005), viajes, conversaciones con más especialistas: Dr. Ricardo Morales (Co-Director Complejo Arqueológico Huacas de Moche), Dr. Cristóbal Campana (Ex Director Complejo Arqueológico Chan Chan), Magister Ulla Holmquist Pachas (curadora del Museo Larco), entre otros, el 18 de diciembre de 2013 publico mi primer libro: “AIA PAEC y los Hombres Palllar”. Lo hice en edición de lujo para rendir un justo homenaje a los Moche. Está bellamente ilustrado por Andrea Lértora e impecablemente diagramado por Marie Isabel Musselmann.
Los invito a que conozcan nuestras actividades a través de mi página web y los espero en ellas cuando empiece diciendo: “Hace mucho tiempo, en un lugar del antiguo Perú…”.